VIOLENCIA PSICOLÓGICA
La violencia verbal, emocional y/o psicológica hace referencia al hostigamiento verbal a través de insultos, críticas permanentes, comentarios hirientes y humillaciones; incluye conductas de desvalorización, gestos displicentes, ridiculización, aislamiento, celos, y posesividad, es decir, las agresiones verbales son una forma de violencia psicológica y/o emocional. Encontramos varios tipos de agresiones que son considerados violencia psicológica:
- Actitudes de hostilidad y menosprecio: acusaciones falsas, culpar a la pareja, hacerla sentir inferior.
- Intimidación o dominación: causarle temor, controlar sus acciones, amenazar con ocasionar daño, aislar a la persona de su entorno (amigos, familiares).
¿Cómo saber si eres víctima de abuso verbal o emocional?
Aunque el abuso emocional es el más frecuente en las relaciones de pareja, también es el más difícil de identificar porque es una práctica normalizada a nivel cultural; por esto, de manera paulatina permitimos el maltrato, aceptando gritos y/o reclamos. En algunos casos, los malos tratos pueden interpretarse como signos de amor: “Si no me cela no me quiere”, lo que ocasiona que se justifique la agresión y se minimice su importancia.
Estas acciones, que en un principio parecen pequeñas y naturales, abren la puerta a un incremento de la violencia en la relación. Una puerta que será muy difícil de cerrar.
Características personales que se relacionan con el abuso verbal y emocional
Las siguientes características son consideradas factores de riesgo en la ocurrencia de abuso verbal y emocional:
- Experiencias previas de violencia dentro y fuera de la familia.
- Impulsividad, celos, escasas habilidades sociales para abordar situaciones de conflicto y empleo de la violencia para solucionar conflictos.
- Abuso de alcohol y/o sustancias psicoactivas.
- Comportamientos violentos o agresivos, dificultad para el reconocimiento de los propios errores.
- Cambios de humor imprevisibles o “estallidos de ira” en especial cuando se le ponen límites.
- Inseguridad y autoestima baja.
- Rigidez, desconfianza y ausencia de empatía.
- Manifestación de creencias o actitudes machistas (subordinación de la mujer al hombre).
- Historia de violencia en relaciones de pareja previas.
- Bajo nivel socioeconómico, menor nivel educativo.
- Dificultades a nivel emocional, como ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático.
Es importante tener en cuenta, que es la interrelación, entre estas características, la que puede ocasionar actitudes y comportamientos violentos, es decir, un único elemento de manera aislada no es suficiente para predecir conductas de abuso.
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